Insurance Europe ha hecho público el informe “El papel de las aseguradoras en la ciberresiliencia de la UE”. La publicación describe el papel crucial que desempeña el sector en la mejora de la ciberresiliencia, en un momento en el que las ciberamenazas están aumentando tanto en frecuencia como en gravedad.
Explica que el mercado de los seguros cibernéticos está creciendo rápidamente, impulsado por un número cada vez mayor de ciberataques. Según Munich Re, de 2019 a 2023 el mercado mundial de seguros cibernéticos valía unos 5.900 millones de dólares y creció hasta los 14.000 millones. A pesar de este crecimiento, la publicación señala que existe una importante brecha de protección cibernética, y que el infraseguro sigue siendo un problema crítico tanto para las empresas como para los particulares. La publicación también comparte estudios de casos de toda Europa, mostrando iniciativas que tienen como objetivo fortalecer la ciberresiliencia.
Además de proporcionar una descripción general del panorama de los seguros cibernéticos, la publicación identifica cinco desafíos clave que complican la cuantificación y la evaluación de los riesgos cibernéticos:
1. Incertidumbre en torno a posibles pérdidas futuras.
2. Riesgos altamente correlacionados debido al uso generalizado de sistemas operativos comunes.
3. Disponibilidad limitada de datos sobre incidentes cibernéticos y pérdidas asociadas.
4. La naturaleza cada vez más intangible de las pérdidas cibernéticas.
5. Riesgos sistémicos que plantean los eventos cibernéticos catastróficos.
Para abordar estas cuestiones, la publicación establece varias recomendaciones de políticas para los responsables de las políticas de la UE, que podrían ayudar al sector de los seguros a fortalecer la resiliencia cibernética en toda Europa:
– Promover la concienciación sobre la resiliencia cibernética
– Facilitar el acceso a datos completos sobre incidentes cibernéticos para las aseguradoras.
– Apoyar el debate sobre la cooperación público-privada para abordar los riesgos catastróficos.
– Evitar los esquemas de seguros obligatorios o la estandarización excesivamente rígida.
– Recomendar evitar los pagos por ransomware