Antes de comenzar, hay que entender qué es un seguro de vida: es una herramienta que podemos contratar para cubrir el riesgo que en algún momento acabará sucediendo, protegiendo de tal forma a la familia o beneficiarios si sucede antes de lo previsto. Explicándolo de forma más clara, repercutirá una ayuda económica a los tuyos en caso de que ocurra el siniestro.
Además, puede ser de gran ayuda en caso de accidente, si conlleva invalidez total y/o permanente, repercutiendo un ingreso para tu familia.
Contratar un seguro de vida es una garantía para que podamos afrontar algunas circunstancias complicadas con la mejor tranquilidad y apoyo posibles.
- El tomador: es quien contrata el seguro y paga las cuotas. Puede coincidir o no con el asegurado.
- El asegurado: de cuya vida depende el pago del capital en caso de siniestro.
- El beneficiario: es quien recibe la indemnización si sucede el siniestro.
- Fallecimiento: cubre la contingencia de fallecimiento, garantizando a los beneficiarios establecidos en la póliza el pago de una prestación.
- Supervivencia: cubre lo contrario, garantizando el pago de una cantidad acordada en caso de que el asegurado viva al finalizar el contrato.
- Mixtos: garantiza el pago de un capital a los beneficiarios al fallecimiento del asegurado, o bien al vencimiento del seguro si en esa fecha vive el asegurado.
No hay que olvidar que hay circunstancias que excluyen la posibilidad de recibir la contraprestación que ofrece el seguro. Los motivos más habituales y que suelen compartir la mayoría de las pólizas son los siguientes:
- Suicidio: es la muerte intencionada del asegurado, es decir, cuando pone fin a su vida de forma voluntaria.
- Imprudencia: se refiere a los siniestros que ocurren cuando no se toman precauciones básicas, por ejemplo, deportes de riesgo, accidentes de tráfico bajo los efectos de las drogas, etc.
- Fenómenos meteorológicos extraordinarios.
- Guerras político sociales.
- Actos delictivos: donde se considera mala fe por parte del asegurado.
Por ello es muy importante leerse todos los condicionantes del seguro contratado, para saber qué casos pueden provocar que no se cobre la indemnización pertinente.
Para saber qué factores tienen en cuenta las compañías aseguradoras a la hora de calcular la prima del seguro, debemos tener en cuenta lo siguiente:
- Edad: es el aspecto principal que condiciona el importe de la cuota, cuanto más jóvenes seamos, menor será la prima.
- Estado de salud: la mayoría de las aseguradoras obligan a rellenar un cuestionario médico con posibles dolencias previas a la contratación del seguro. Una enfermedad anterior aumenta la prima, ya que es probable que necesitemos más asistencia médica.
- Profesión: no tiene igual riesgo un piloto de avión o trabajador de la construcción, que un administrativo.
- Lugar de residencia: por poner un ejemplo, el estrés o la delincuencia en una gran ciudad no es la misma al de un pequeño pueblo.
- Si eres fumador o no: ya que aumenta el riesgo de enfermedad pulmonar.
- Nivel de protección del seguro.
Como hemos visto, existen multitud de modalidades y opciones en el mercado, y debemos buscar el que mejor se adapte a nuestra situación personal y familiar, garantizando en todo momento la estabilidad de los nuestros en circunstancias complicadas.
Desde Rosillo Hnos. queremos que te sientas seguro, por ello nos ponemos a tu disposición si has decidido contratar un seguro de vida. Llámanos sin ningún compromiso al 913199879 o bien escríbenos a contratacion@rosillohnos.com y te recomendaremos el que más se ajuste a tus necesidades.
